El síntoma debe ser concebido como un programa biológico de adaptación y como una solución biológica de supervivencia para superar los cambios y las circunstancias generadas por los traumas emocionales.
Cada célula, cada tejido y cada órgano de nuestro cuerpo han aparecido y se han desarrollado a lo largo de la evolución como adaptaciones sucesivas a circunstancias, prioridades y necesidades cambiantes. La evolución ha generado la superposición de estructuras, órganos y tejidos en nuestro organismo, formando un todo en el que convive lo más primario con lo más evolucionado.
El sentido biológico de los órganos y tejidos derivados de la primera capa embrionaria, el Endodermo, es la supervivencia. Los síntomas que afectan a estos tejidos y órganos expresan conflictos relacionados con las necesidades más primarias: como la respiración, la alimentación y la procreación.